No se cierra de momento todavía este largo, intenso y extenso temporal de lluvia y con la presencia de la borrasca que ha generado todas estas precipitaciones situada al oeste, suroeste de la Península, por aquí volveremos a hablar hoy de una jornada pasada por agua. Lluvias que ni de lejos alcanzarán las intensidades ni los acumulados que hemos visto en el levante pero que volverán a ser generales.

Esta primera mitad de la mañana nos deja una nueva banda de lluvias activa por toda la mitad oriental, desde el extremo sur hasta el norte. Unas precipitaciones algo dispersas que acabarán por ganar terreno a medida que avance la mañana y en el tramo central del día hacia otros puntos del centro y el oeste, por lo que comenzaremos la tarde ya con precipitaciones en casi cualquier punto.

Lluvias moderadas o entre débiles y moderadas pero que ojo, no descartamos lleguen acompañadas de tormentas, por lo que a ratos, igual que en estos dos últimos días sí hablaremos de precipitaciones algo más intensas. De hecho están activados para este jueves los avisos amarillos por lluvia en todas las comarcas, por precipitaciones que podrán sumar más de 15 litro por metro cuadrado en 1 hora, o más de 20 incluso en las sierras del extremo sur y por acumulados que dejarán más de 40 litros por metro cuadrado en menos de 12 horas.

Precaución por lo tanto sobre todo en zonas próximas a ríos, riberas y gargantas y especial atención en zonas inundables. Unas lluvias que a medida que avance ya eso sí el tramo final de la tarde y en la recta final del día aparecerán cada vez más concentradas por el tercio norte y el extremo occidental.

Ligero repunte de las temperaturas

Todo en un jueves en el que nos hemos levantado con temperaturas más altas que las de ayer, aunque aún rebajamos los 10 grados esta mañana en algunas estaciones vemos mínimas que no han bajado de los 12-13 grados incluso.

Y no solo las mínimas, aunque de manera muy discreta suben también las máximas que esta tarde pasarán incluso hasta de los 22 grados en algunas zonas de la mitad sur.

La madrugada del 5 al 6 de noviembre de 1997, una gran tromba de agua desbordó los arroyos Rivillas y Calamón. El barrio de Cerro de Reyes fue el más afectado: fallecieron 22 personas y una aún continúa desaparecida.

Una tragedia en la que más de mil familias perdieron sus casas, y unos vecinos a los que 27 años después, a raíz de lo sucedido ahora en el Levante, se les han venido esas imágenes a la cabeza.

Unos recuerdos que, inevitablemente, seguirán siempre presentes.