Era la hora de la verdad. El momento donde se iba a decidir si el Cáceres seguía prolongando su sueño. Vuelta a un Barris Nord volcado que iba a volver a vivir una noche de baloncesto de superior categoría. Noche que arrancaba con un primer cuarto de lo más disputado en el que los extremeños sacaban su mejor faceta ofensiva, llegando incluso a ponerse por delante en el marcador. El segundo comenzaba con empate a 25 y terminaba siendo de un Lleida que no conseguía deshacerse de los verdinegros y que llegaba al descanso solo tres puntos arriba.
Los catalanes conseguían imponerse tras el paso por los vestuarios y el tercer cuarto acababa 60-53 para los locales. El partido se ponía cuesta arriba y por momentos parecía que los de Roberto Blanco no podían hacer nada para cambiarlo. Pero el Cáceres no había llegado tan lejos rindiéndose, sacaban su garra y a falta de dos minutos conseguían ponerse dos puntos por detrás. No sería suficiente y el choque terminaba decantándose por el Lleida tras un dignísimo papel de los cacereños. Acaba el sueño, pero la ilusión por el baloncesto está más viva que nunca. La culpable, una temporada que ya es historia del Cáceres.
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