Dicen que siempre se vuelve a donde se fue feliz. La vida puede tomar muchos derroteros, pero está claro que en la de Manolo Hoyas se ha cumplido esa máxima. El que fuera mítico futbolista de la Unión Polideportiva Plasencia regresa al club de su vida. Ahora, como entrenador. Hoyas llega con un aura de leyenda que puede conllevar una responsabilidad difícil de asumir, pero lo tiene claro: no le pesa la presión. Sí reconoce sentir "mucha responsabilidad". "Detrás de este equipo hay una masa social importante", afirma.
Por lo pronto, el técnico se muestra satisfecho con los primeros mimbres del que será su equipo. Asegura que se ha logrado renovar "a prácticamente los que queríamos, en los que creo porque había una plantilla competitiva, y también estoy muy contento con los fichajes", confiesa. Eso sí, ve el ascenso "inviable". "Tal y como están fichando ahora los equipos es algo irreal", asegura, "nosotros vamos a ir semana a semana, intentaremos jugar lo mejor posible y ganar". "Queremos configurar un equipo que compita y que consiga ilusionar a la afición", concluye.
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