En Madrid, este lunes se presenta la memoria del Consejo de Estado y al frente estará, por primera vez, la extremeña, Magdalena Valerio. Natural de Torremocha, fue ministra de Trabajo hasta hace dos años y ha dedicado gran parte de su vida a la política. Con ilusión y responsabilidad afronta el cargo en una institución con más de cinco siglos de historia.
Lo hace, cuenta, con respeto, también con ilusión y para una persona que se ha movido mucho entre el mundo jurídico, este cargo tiene una especial relevancia. “El Consejo de Estado yo siempre le he llamado el Olimpo del Derecho. Es un órgano consultivo, no es un órgano ejecutivo pero es un órgano fundamental en nuestro país con unas raíces muy históricas”.
Es el máximo órgano consultivo del Gobierno y orienta también a la Junta de Extremadura en cuestiones, por ejemplo, patrimoniales. Los objetivos que se marca como presidenta pasan porque la institución mantenga intacto su prestigio y que sea más conocida por la ciudadanía. “Transparencia, apertura a la sociedad, yo creo que ahí el Consejo tiene todavía un cierto recorrido.”
Le preocupa especialmente todo lo que queda por conseguir en materia de empleo o igualdad. “Esa igualdad que se predica en el artículo de la Constitución tiene que ser efectiva, que sea real. La formal la tenemos”.
Valerio va a estar rodeada por consejeros como Rodríguez Piñero que fue además su padrino en la toma de posesión. Su madrina fue su antecesora en el cargo, María Teresa Fernández de la Vega. Y una curiosidad, antes de ella, han sido presidentes del Consejo dos extremeños más, Antonio Hernández Gil y Francisco Rubio Llorente. En este edificio histórico va a tener como compañeros y miembros también del Consejo al Fiscal General del Estado, al Gobernador del Banco de España o al presidente de la RAE.
La extremeña y exministra de Trabajo Magdalena Valerio será la nueva presidenta del Consejo de Estado
