5 Julio 2022, 15:25
Actualizado 5 Julio 2022, 15:25

El Ayuntamiento de Vivares, una entidad menor situada entre las localidades de Miajadas, Don Benito y Villanueva de la Serena, celebra el mes del orgullo lésbico, gay, bisexual, transexual e intersexual iluminando con los colores de la bandera arcoíris la torre de su iglesia, una estructura de 23 metros de altura.

El Ayuntamiento de esta entidad menor perteneciente a Don Benito tiene cedida la gestión de esta torre, pintada de blanco y que luce ahora con los colores de la bandera LGTBI cada noche desde el pasado 22 de junio y hasta el 15 de julio.

El alcalde, Jairo Pino, subraya que “es el momento de que la iglesia como institución se abra a todas las sensibilidades y colectivos porque también hay personas LGTBI católicos” tal y como ha explicado a Canal Extremadura.

La iluminación tiene como objetivo celebrar el mes del orgullo y subrayar el compromiso de la localidad con el colectivo, pero también poner el valor el patrimonio del pueblo al resaltar con estos colores una edificación con la que se sienten identificados todas las personas en el pueblo.

Jairo Pino, alcalde de Vivares, frente a la torre de la iglesia con la iluminación de los colores LGTBI
Jairo Pino, alcalde de Vivares, frente a la torre de la iglesia con la iluminación de los colores LGTBI

“En los pueblos pequeños muchas veces pasan cosas muy especiales que desde las ciudades no se terminan de entender, como que iluminemos con los colores de la bandera LGTBI toda la torre de una iglesia” matiza Jairo Pino.

"Es el momento de que la iglesia como institución se abra a todas las sensibilidades y colectivos porque también hay personas LGTBI católicos”

“Si se hubiera hecho en otro lugar, en otra ciudad, no hubiera tenido probablemente la misma aceptación. Somos vecinos con una mentalidad muy abierta y por eso se ha encajado muy bien, sin levantar ampollas por la decisión. Estoy muy orgulloso de los vecinos”.

Jairo Pino asegura que, al igual que está orgulloso de los vecinos y vecinas de Vivares lo está también de la iglesia, que no ha puesto objeciones a esta iniciativa, aunque reconoce que les han afeado la falta de consenso al respecto.

“Nos dijeron que les hubiera gustad consensuar la iluminación, pero no ha habido ningún problema al respecto. La gestión de la torre la tiene cedida la Diócesis de Plasencia al consistorio y esto es el reflejo de que varias instituciones y organismos podemos visibilizar y ayudar a un colectivo muy golpeado”.

El orgulloso alcalde explica que la intención es iluminar la torre durante todo el año por diferentes causas sociales y recuperar el color azul, tradicional del revestimiento que en antaño formaba parte de la estructura, cuando no exista motivo alguno para iluminar la torre o dejarla de color blanco.

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