La Agrupación Extremeña de Sociedades Laborales y Empresas Participadas, AEXLAB, ha puesto de relieve la utilidad del PERTE de la economía social y los cuidados que el Consejo de Ministros aprueba este martes, y que está dotado con cerca de 800 millones de euros. La gerente de AEXLAB, Cristina Fernández, ha expresado en Canal Extremadura Radio su confianza en que esa medida impulse la economía social y la dé a conocer. En su opinión, ayudará a evitar la desaparición de un buen número de empresas de esas características en nuestra comunidad; y no sólo eso, sino que además mejorará su competitividad. De este modo -añade- hará más factible su continuidad y propiciará el relevo generacional para que puedan pasar de padres a hijos.
El PERTE hará que las sociedades laborales sean más sostenibles y equitativas, y evitará que muchas de ellas desaparezcan. Cristina Fernández, gerente de AEXLAB
Ayudas de la Junta
Fernández también ha valorado positivamente las ayudas que la Junta, a través del Diario Oficial de Extremadura, convocó la semana pasada para la modernización y actualización de las plantillas de las entidades de economía social. Ayudas que -a su modo de ver- darán igualmente un empujón para que esas empresas puedan mantenerse. En esta línea, el Ejecutivo autonómico está preparando su II Plan de Economía Social, que según la responsable de AEXLAB debe poner el acento en hacer más visible este modelo y alentar una mayor cooperación entre las empresas dedicadas a ello. A éstas, por cierto, se les suele dar prioridad en los concursos públicos.
Emprendimiento colectivo
Las dos principales alternativas dentro del emprendimiento colectivo son las cooperativas y las sociedades laborales. Estas últimas son empresas mercantiles (como lo son las sociedades anónimas y las sociedades limitadas), pero su particularidad reside en el hecho de que pertenecen a los trabajadores, que son sus socios.
La otra gran diferencia estriba en que las cooperativas están reguladas en una ley nacional y, sin embargo, las sociedades laborales se rigen por lo estipulado en las normativas autonómicas. En ellas hay menos trabas burocráticas y legales en caso de liquidación, o bien si un socio desea abandonarla; en este supuesto basta con que venda sus participaciones a otro trabajador. Hoy por hoy, gran parte de las sociedades limitadas extremeñas son sociedades laborales.
La gerente de AEXLAB considera que uno de los grandes atractivos de las sociedades laborales estriba precisamente en que están en manos de los trabajadores. Ninguno de ellos puede acaparar más del 33% del capital de la empresa, que además puede crearse con sólo dos empleados. Todos los socios, además, están dentro del Régimen General de la Seguridad Social. Estos rasgos les confieren un carácter más democrático.
Supervivencia en momentos duros
Otro valor añadido de las sociedades laborales es su capacidad para subsistir en situaciones complicadas, como ha quedado demostrado en lo más duro de la pandemia. A ellas van dirigidas subvenciones para incorporar nuevos socios; están dotadas con entre 7.500 y 12.500 euros por entidad beneficiaria. Hablamos de un modelo que goza de un profundo arraigo en el territorio, que ha acreditado su efectividad en entornos rurales, pero que también cuenta con una amplia representación en zonas urbanas. Destaca, por último, su gran proliferación en 2 sectores: el tecnológico y el de las energías renovables.