Hoy se cumple un mes de la decisión del Gobierno de eliminar la obligatoriedad de utilizar mascarilla en espacios cerrados. La medida se tomó en el Consejo de Ministros del pasado 19 de abril, y entró en vigor al día siguiente con su publicación en el Boletín Oficial del Estado. En Canal Extremadura Radio, el virólogo José Antonio López ha hecho balance de sus primeros 30 días de vigencia. En esta primera nueva fase de la pandemia -recuerda- sólo se contabilizan los casos de coronavirus entre personas mayores, y el parámetro de referencia es el de la presión hospitalaria.
Hacer pedagogía ante la relajación
En ese sentido, las cifras de hospitalizaciones que manejamos en los últimos días le hacen mantener el optimismo. El experto reconoce que ha habido cierta relajación en el cumplimiento de las precauciones sanitarias por parte de la ciudadanía, pero también ha lanzado un mensaje a las administraciones. Les recrimina que ha faltado pedagogía para hacer que entre la población cale la idea de que la mascarilla sigue siendo necesaria en momentos puntuales; es el caso de las aglomeraciones, determinados espacios cubiertos como el transporte público o los centros sanitarios. Y es que las celebraciones de estas últimas semanas (entre ellas el Puente de Mayo o las romerías de San Isidro) se ha producido un notable aumento de positivos. En este sentido, apela a la responsabilidad individual: "No se han gastado un duro en la pedagogía que sí se hizo en su momento con el 'póntelo, pónselo' y con el 'sí da, no da", explica el virólogo extremeño
El fin del COVID, más cerca
No obstante, López considera que la lucha contra la pandemia va -en líneas generales- por buen camino. Aunque deja claro que el riesgo cero no existe, y no descarta que -si se producen nuevos repuntes- en el futuro haya que volver a acometer algunas restricciones.
Vaticina además que el coronavirus no se va a erradicar a corto plazo si se deja de vacunar de forma generalizada, y mientras siga pasando por reservorios animales. En su opinión, hace falta una postura global, por lo que pide políticas coordinadas para frenar la expansión de esta enfermedad. El epidemiólogo indica que las últimas variantes tienen más capacidad de dispersión, pero no mayor virulencia, por lo que "cada vez tenemos más lejana la casilla de salida".
Efectividad de las vacunas
López también destaca la efectividad de las vacunas. Y hace mención en especial a aquellas personas que se infectaron uno o dos meses después de recibir la segunda dosis; ese grupo, asegura, ha generado una "superinmunidad" que hace innecesaria la tercera dosis. Distinto es -reflexiona- el caso de los mayores: el experto cree que la cuarta dosis a ese sector de la población debería hacerse con una vacuna adaptada a las nuevas cepas que han ido surgiendo.
El virólogo comenta que el escenario ideal sería poder llevar a cabo un estudio inmunológico a toda la población, aunque reconoce que, de momento, ese estudio es imposible.