No fue hasta el nacimiento de su segundo hijo cuando la cacereña Isabel Caro recibió el diagnóstico de la enfermedad poco frecuente que tenían sus dos hijos, denominada síndrome del cromosoma X frágil (SXF) y que es la primera causa de discapacidad intelectual hereditaria.
Desde entonces, Isabel se ha implicado en cuerpo y alma para que Iván y Rubén gocen de una vida normalizada y lo más autónoma posible, algo que está consiguiendo con el apoyo de asociaciones como Novaforma y Aspainca. Este es el retrato social de una mujer luchadora y pionera en el movimiento de la discapacidad.