Cuando José era un niño vió construir el Santuario de Chandavila; recuerda como todos los vecinos colaboraron y aportaron algo y él con 10 años se inscribió en la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila, de la cual ahora es el presidente. Es después de Guadalupe el santuario más visitado de Extremadura, gracias a las apariciones que se dieron en 1945 y que una niña de La Codosera narró.

Javier estudió técnico forestal, y hace unos 15 años puso en marcha recuperar unas huertas que ya habían cultivado sus antepasados en La Codosera. El proyecto ahora es la venta de verduras y frutas totalmente biológicas a clientes de la ciudad; productos según temporada llenan las más de 100 cestas que reparte semanalmente. Su meta es conseguir un bosque mediterráneo comestible y un lugar con encanto para compartir. Gracias a una red online de voluntariado, son muchos las personas de otros países que se han quedado largas temporadas a trabajar en las Huertas del Abrilongo

Antonio comenzó a guardar campanillos y cencerros de pequeño y ha continuado comprándolos durante toda su vida. Es actualmente el organizador de un evento muy singular en La Codosera llamado el “Aleluya”. La madrugada del domingo de Resurrección cientos de personas recorren las calles de la localidad haciendo sonar sus campañillos. Era una tradición que solo ejercían hombres, pero Antonio la cambió llevando a su hija con él. Se trata de una festividad por la que Antonio siente pasión.

Haciendo frontera con Portugal, y en un entorno natural envidiable, llegamos a La Codosera, un pueblo que cuenta con algo más de dos mil habitantes y una campiña muy extensa, en la se sitúan cinco caseríos. Antonio, un enamorado de los campanillos, nos recibe tocando uno de ellos, y nos explica en qué consiste la fiesta de “El Aleluya”, en la que todo el pueblo participa tocando su campanillo durante la noche del domingo de resurrección. Ya en los caseríos conocemos la huerta de Javier, que cuenta con unos voluntarios llegados directamente de Estados Unidos, y la almazara Valdelaseras, en la que conocemos a José, un rumano que está encantado de vivir en Extremadura. En El Marco nos encontramos con el que dicen es el puente fronterizo más pequeño de Europa, y en el que descubrimos uno de los muchos amores hispano lusos que habitan en esta zona. El grupo senderista Andariegos Coseranos nos deja en el Santuario de Chandavila, donde descubrimos la historia de la Virgen de Los Dolores, y de vuelta al pueblo, nos detenemos en el impresionante cristo que protege a toda La Codosera.

Concurso familiar donde se puede ganar un cuantioso bote con solo responder bien a cinco preguntas. Presentado por Paco Vadillo, cada día, cinco concursantes se enfrentan a divertidas pruebas de preguntas y respuestas. El objetivo es no caer eliminado y llegar a la fase final en la que tan solo dos participantes tendrán la oportunidad de subir hacia la cima del elemento más icónico del programa: la famosa escalera. Solo aquel que lo consiga tendrá opción de jugar por un gran bote que crece día tras día.

Con Paco Vadillo.