Las cifras así lo demuestran. Se ha perdido gran parte de su población en los últimos años. El Conejo de Monte es una especie endémica de la Península Ibérida y clave en el ecosistema mediterráneo ya que es también la presa de unas 40 especies depredadoras como el Lince Ibérico o el Águila Imperial.

María es una estudiante de 20 años que tiene como afición ir a su finca en Talavera la Real a cuidar de sus cabras y ovejas. Ella ha participado en el concurso de 'La Cabra más Divertida de Extremadura' y tiene doce cabras y tres chivitos pequeños y 50 ovejas con cinco borreguitos. Conocemos con ella cómo son los primeros días de un chivo y de un borreguito con su madre, a los que María se encarga además de alimentar con biberón.

Diego ha tenido cabras toda su vida pero no solo él, su padre que es el abuelo de la familia llamado Diego también con 91 años. Han estado durante muchos años probando razas de cabras hasta que han optado por la cabra malagueña por las características que tiene su leche, una leche de mucha calidad. En su finca tienen las cabras divididas en tres secciones, unas las echaron en verano y otras en navidad para así tenerlas más organizadas a la hora de cubrir.

Con tan solo 14 años, Alonso Ferrera es todo un violinista en potencia. Solamente lleva 4 años tocando el violín y ya ha conseguido lo imposible. Su amor por el violín fue un flechazo, a él siempre le ha gustado la música, tocaba el clarinete, pero escuchó a una chica en la calle tocar el violín y se enamoró de ese instrumento.

Juan Antonio Ipiña García, Tontxu, es un músico bilbaíno perteneciente al género de la canción de autor de finales de los 80 y principios de los 90. Su padre, Juan Antonio, formaba parte de “Los Tañidores”, uno de los grupos pioneros del pop en Bilbao; su tío, José Manuel Ipiña, era uno de los seis históricos de “Mocedades”; y su padrino, Tony Landa, fue un cantante de la década de los 60 y la voz solista del grupo “Los Mitos”. La influencia familiar en el ámbito de la música ha sido notable en la vida de Tontxu. Hace 8 años, cambió su residencia en Madrid por Extremadura, concretamente por la Sierra de Gata; allí descubrió un entorno propicio para componer su música y disfrutar de una vida sencilla: “mi primer contacto con Extremadura fue en mi primer concierto en Cáceres, en Mistura Brasileira. Nunca olvidaré mi sensación al llegar a Navalmoral o a Miravete y descubrir aquellos paisajes, esas encinas. No me lo imaginaba así en absoluto; tenía otra imagen de Extremadura. Sentí que algo me unía a esta tierra. Tanto es así que fue ahí donde conocí a la que es mi mujer y madre de dos de mis tres hijos. Sentí un pálpito la primera vez que pisé esta tierra. Después de aquel concierto volví muchas veces, pero hace 8 años que me instalé definitivamente.