Justamente han pasado 1000 días desde que se celebraron las últimas fiestas de San Buenaventura en Moraleja. La vuelta ha sido como se esperaba, ilusión, emoción y diversión. El ambiente inmejorable de las calles de Moraleja, con sus gentes, sus peñas y como no, el toro bravo. En las calles y en la plaza es el gran protagonista.