Diario de una madre de provincias (04/02/23)

Aunque en la adolescencia se comience a trasnochar más y a veces el tiempo nocturno dedicado a las pantallas sea excesivo lo cierto es que los cambios fisiológicos derivados del desarrollo en esta etapa de la vida contribuyen a que se les peguen las sábanas con facilidad y necesiten dormir hasta muy tarde. Analizamos con el neurofisiólogo y coordinador del grupo de trabajo de Pediatría de la Sociedad Española del Sueño, Oscar Sans Capdevila, cuáles son las causas de este cambio en los biorritmos y cómo algunas modificaciones en sus rutinas habituales o en el retraso de la hora de entrada a los institutos podrían contribuir a mejorar su bienestar y su rendimiento escolar.