“Es casi imposible encontrar un edificio histórico de nuestra tierra que no haya pasado por sus manos” El pasado 24 de junio nos dejaba a los 83 años Antonio Abreu, arquitecto y gran rehabilitador de la ciudad de Cáceres. Ejemplos de sus intervenciones el Complejo Cultural San Francisco, el Parador, el Palacio de Oquendo, la concatedral de Santa María, el teatro romano de Mérida, el templete mudéjar del Monasterio de Guadalupe o la Catedral de Coria, entre otros. Y desde hoy la capital cacereña le recuerdan con una placa homenaje en un rincón discreto de la plaza de San Jorge, “junto a la una de las intervenciones en las que no reparamos en nuestro día a día, pero que han sido claves en la ciudad monumental: la escalinata que conecta y engarza las plazas de San Jorge y San Mateo" Recordamos su figura y contribución junto al alcalde cacereño, Rafael Mateos