El Club Polideportivo Cacereño tiene su plantilla prácticamente cerrada. Urgía la llegada de un lateral izquierdo, el único puesto que no podía doblar Julio Cobos al no tener jugadores polivalentes que pudieran ocupar ese puesto, y la llegada de Osama cubre esa necesidad. El Cacereño suma así 21 futbolistas y busca un zaguero sub-23, la cesión o incorporación de un jugador joven aunque no descarta cerrar el mercado con la plantilla tal y como está.
Y a Francis Bordallo le gusta lo que ve. No aprecia carencias, ve competitividad y ese hambre que tanto reclama en el equipo.
Bordallo es consciente de que el equipo es nuevo, de que hay que cohesionar al grupo y que deben adaptarse futbolistas que, en la mayoría de los casos, no tienen experiencia en la Primera Federación. No obstante, esa oportunidad es la que esperan desde la dirección deportiva del Cacereño que aporte el "hambre" y la ambición por parte de una plantilla compuesta por jugadores todavía en progresión.
