La ermita de Aceituna, entre devoción y poesía
Martes, 8 Febrero 2022
Cuando era niña, Pruden se encargaba de pastorear las ovejas de su padre al salir del colegio. Lo hacía en el entorno de la ermita de Aceituna, situada en medio de un paisaje desde el que se divisa buena parte de la comarca. Hoy, superados ya los ochenta años, Pruden ha descubierto su vocación por la poesía. Ella dicta los versos a su nieta y luego, en las fiestas del pueblo, siempre está dispuesta a deleitar a los vecinos.