Hoy queremos reivindicar un plato 100% extremeño que popularizó la cocina gala como si fuera propio: el bacalao al estilo (o al modo) Alcántara. Su origen está en la orden de los monjes benedictinos del convento de San Benito de la localidad cacereña. Se trata de una comida de penitencia, de elaboración sencilla a base de materias primas como leche, almendras, huevos, patatas y bacalao. Al menos, conservaron el nombre.
