21 Enero 2022, 12:43
Actualizado 21 Enero 2022, 12:43

Los hechos ocurrieron durante el pasado sábado en los campos Manuel Sánchez de Cáceres en un partido de cadetes entre el Cacereño y el Inicia de Villanueva de la Serena. Un encuentro que finalizó con graves incidentes.

Incidentes que comenzaron con la agresión del delegado de campo del conjunto de Villanueva a un jugador cacereño. Según el Periódico Extremadura, que tuvo acceso al acta del partido, el delegado "penetró en el terreno de juego aproximadamente 6-7 metros golpeando con su mano en el rostro de un jugador del Cacereño, que no sufrió (daño) aparente”.

Instantes después, y como se puede comprobar en las imágenes difundidas por redes sociales, el padre de un jugador local persigue al supuesto agresor del futbolista.

Según recoge el acta arbitral, “en el minuto 80+3, en el momento en el que el delegado del CD Inicia golpeó al jugador del Cacereño, un espectador situado en la grada saltó al terreno de juego corriendo velozmente el delegado. En ese momento, el delegado se dirigió hacia la esquina del córner arrancando el banderín, poniéndose en posición de defensa moviéndolo de izquierda a derecha. Tras este hecho no se produjo ninguna incidencia más. Acto seguido, los directivos de ambos equipos y algunas personas del público separaron a los jugadores y los llevaron a los respectivos vestuarios”.

Ambos clubes calificaron estos hechos de lamentables y aseguraron tomar medidas. 

 

Sanción ejemplar

Casi una semana después de los incidentes, llegan las reacciones en forma de sanción. El Comité de Competición de la Federación Extremeña de Fútbol ha impuesto al delegado de campo del Inicia una suspensión de un año entero y una multa de 150 euros.

El organismo considera, según informa el Periódico de Extremadura, que tuvo una “conducta gravemente atentatoria al buen orden deportivo” y da por buena así la versión del colegiado en el acta.

Además, otros dos jugadores del Inicia han sido sancionados por acciones violentas durante el partido. Uno de ellos tendrá que cumplir nueve partidos de suspensión: uno por doble amonestación, cuatro por agredir a un rival "sin causarle lesión" y otros cuatro por insultar al cuerpo arbitral. El otro jugador serón cumplirá cuatro partidos por agredir a un rival. 

Por su parte, el Cacereño deberá abonar 60 euros por incumplir "la obligación de impedir la permanencia en el terreno de juego y el acceso a los vestuarios a otras personas distintas a las que están autorizadas”.