Cuando el frío se instala y el paisaje se adormece, la mayoría de los insectos se retiran a refugios seguros a la espera de tiempos más suaves. Entre ellos están las abejas, que desaparecen de jardines y campos a principios de noviembre y no vuelven a dejarse ver hasta febrero, cuando las primeras flores anuncian la llegada de la nueva estación. 

Lejos de entrar en una hibernación profunda, las abejas permanecen activas dentro de la colmena, aunque en un estado de mínima actividad. Forman lo que se conoce como “cúmulo de invierno”, una estructura viva y perfectamente organizada en la que miles de individuos se agrupan para conservar el calor. Para ello, vibran los músculos de su tórax —los mismos que utilizan para volar— y generan así la energía necesaria para mantener una temperatura interna que suele oscilar entre 15 y 25 ºC, incluso cuando en el exterior reina el hielo. 

Durante este periodo, aprovechan las reservas de miel que han almacenado durante el verano y el otoño, su principal combustible para sobrevivir al invierno. Gracias a esta energía, pueden seguir moviéndose poco a poco dentro del cúmulo. 

La organización del grupo es esencial para que ninguna abeja sufra el frío extremo. En torno al centro del cúmulo se sitúa la reina, el corazón de la colonia, a quien rodean y protegen. Las obreras se van turnando de forma constante: las que han estado en las capas exteriores, más expuestas a las bajas temperaturas, avanzan hacia el interior para calentarse, mientras otras toman su lugar en la periferia. Este movimiento coordinado garantiza la supervivencia del enjambre hasta que el clima vuelve a ser favorable. 

Cuando finalmente llegan los primeros días templados y las flores abren sus corolas, el cúmulo se disuelve. Entonces las abejas retoman su frenética actividad, iniciando un nuevo ciclo vital que vuelve a conectar a la colmena con el mundo exterior. 

Sobre el comportamiento de las abejas hablamos con Cristina Botías, del Departamento de Ciencias de la Vida, del área de Zoología, de la Universidad de Alcalá de Henares. Esta entrevista se emitió el pasado viernes, 28 de noviembre de 2025. Pincha en la imagen y escúchala.

El candidato de VOX a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Óscar Fernández Calle, ha cargado este viernes contra PP y PSOE tras la aprobación en el Pleno de Cáceres de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). “PP y PSOE siguen caminando de la mano, como lo demuestra el hecho de que ayer aprobaran esta medida”, ha afirmado en declaraciones a los medios.

Fernández Calle, que ha estado acompañado por la portavoz de VOX en el Congreso, Pepa Millán, ha calificado la ZBE como “un auténtico absurdo, un despropósito que lo único que consigue es poner impedimentos a los ciudadanos y a los turistas”. Según el candidato, esta iniciativa “emana del fanatismo climático que PP y PSOE defienden en Europa”.

En su intervención, ha vinculado la ZBE y las tasas de basura a “los acuerdos que el bipartidismo PP-PSOE instaura en Europa”, y ha asegurado que VOX se opuso a la propuesta en el pleno municipal. “Lo volveremos a hacer en todos los pueblos de la provincia cacereña donde tengamos presencia”, ha subrayado.