Luis y Arsenio son dos hermanos naturales de Madrigal de la Vera que aunque cada uno ha tenido su vida la han desarrollado de manera paralela y sin separarse en ningún momento. Durante 20 años en la misma cama, ambos emigraron a Móstoles, los dos se casaron y tuvieron dos hijos. Los dos tenían muy claro que una vez jubilados se volverían a Madrigal y lo más importante: los dos hacían vino de pitarra con su padre cuando eran chicos. 
Tras toda su vida haciéndolo y con la experiencia de tantos años de afición nos explican el proceso de elaboración del vino de pitarra desde que se vendimia la uva hasta que está listo para tomarse en la mesa. Además, nos cuentan las diferencias entre el vino actual y el vino de hace algunos años

Su estratégica localización hizo que se interesaran por ella tanto portugueses como españoles y estuviera en contantes conflictos bélicos desde el siglo XII hasta el siglo XVII. Cinco siglos de los que fueron testigos almenaras, fortificaciones y murallas. Una herencia histórica que hacen de Olivenza una de las localidades con mayor riqueza arquitectónica y patrimonial de nuestra región.

Benquerencia guarda entre sus calles un bonito tesoro, una de las Siete Maravillas de la comarca Montánchez-Tamuja, la ermita  del Santísimo Cristo del Amparo, llamada también la “capilla sixtina” por los hermosos frescos que la decoran. Allí se ha desarrollado un curioso proyecto, Maravillarte, para ampliar y diversificar la oferta cultural en áreas no urbanas y que ha llevado mesas camilla, dulces y café bajo bóvedas del siglo XVII con el fin de que se animen a conocer los tesoros del entorno rural

Los peques de la casa también nos preocupan, y si ha seguido nuestros consejos y quiere cuidar su vista, vemos qué tipos de gafas de sol graduadas podemos encontrar para ellos. Nos lo cuenta el óptico Nacho Fermoselle. 

Santo Domingo, San Blas, San Antonio, Nuestra Señora de la Consolación, Los Remedios, del Pilar y de la Virgen de Fátima. Son las 7 ermitas de Montánchez, el balcón de Extremadura que alberga un rico patrimonio más allá de su castillo. 

Han superado guerras, postguerras y crisis económicas. Llevan desde 1891 trabajando y curtiendo la piel. Ángel es a día de hoy la cuarta generación que gestiona este negocio, que fundó su bisabuelo. Todo un símbolo de la capital placentina, en el que se realizan todo tipo de accesorios y elementos de decoración para vestir, caza o equitación.