Paco lo dejó todo para cuidar a su madre Carmen porque tenía alzheimer. Él descubrió que el flamenco era un arma perfecta para luchar contra esta enfermedad y utilizó sus dotes de bailaor para trabajar la mente y hacer que su madre no olvidara tan rápido y cumpliera su sueño de pequeña de ser bailaora de flamenco. Paco convirtió el hogar del pensionista de Benquerencia en una especie de museo flamenco en honor a su madre y como símbolo de su lucha contra el alzheimer que ya es ejemplo de todo aquel que pasa por allí.

Benito, Juan y Francisco son tres amigos con una pasión en común: Los camiones. Se conocieron en una concentración porque para ellos, además de su trabajo, son una parte fundamental de su vida. Conocemos sus camiones por dentro y nos cuentan las grandes historias que han vivido conduciéndolos como llegar a conocer Europa o África y las malas experiencias provocadas por algún accidente.

Evaristo Burgueño es la tercera generación de una familia de maestros de las golosinas. Sus abuelos vendían helados por el pueblo y su padre quiso seguir con la tradición introduciendo el Flax en Extremadura. Evaristo mejoró el producto, puso en marcha una fábrica en Talarrubias y lo expandió por toda España. A día de hoy comercializa su gran variedad de productos en el mercado internacional habiéndose convertido en una eminencia de las golosinas.

Pimentón de La Vera, Torta del Casar, ternera blanca cacereña y jamón ibérico. Con estos ingredientes... ¿qué puede salir mal? Que se doblen los cubiertos.