Los datos de ocupación a día de hoy son buenos, pero no tanto como en otras ocasiones. Y es que entrados ya en el mes de julio, hay bastantes reservas hechas, aunque lejos aún de los máximos de años anteriores. El sector tiene la esperanza de que aumenten a última hora.

Según la Junta la previsión es que en este mes de julio la ocupación sea de entre el 60 y el 70 por ciento, y más elevada, entre el 85 y el 90, en agosto. Pero la realidad cambia un poco si nos fijamos en el turismo rural, donde los datos no son tan positivos.

La Federación Extremeña apunta que las cifras de reservas oscilan entre el 35 por ciento del Jerte y de Plasencia, y el 60 por ciento de Sierra de Gata. Si ya nos vamos a agosto, crece algo la ocupación, con datos muy dispares según las zonas, que se mueven entre el 50 por ciento de Las Hurdes o La Vera y el 80 de La Siberia y Sierra de Gata.

Caridad Hernández, presidenta de FEXTUR, explica que los visitantes "están gastando más, pero están disminuyendo los días".

"Es normal que si tú sales un fin de semana, una escapada de tres o cuatro días, no te planteas, por ejemplo, cocinar"

Los turistas lo tienen claro: quieren mucha paz mental y buscan zonas rurales para escapadas de fin de semana.

"La tranquilidad es lo que se valora"

En Robledillo de Gata se han lanzado a la aventura de iniciar nuevas actividades complementarias de cara al turismo: desde una ruta nocturna guiada por expertos astrónomos, a una cata de vino blanco y cárdeno.

Los turistas también buscan escapar del calor agobiante de las grandes ciudades, aliviándose en piscinas naturales y charcos.

Sea como sea, los destinos rurales son los protagonistas del verano en Extremadura...

Quince guitarristas y siete días para convivir y aprender sobre la protagonista del campus, la guitarra clásica.

Javier Lucía, guitarrista y profesor, explica que aquí abordan "todo relacionado con la guitarra", y destaca que las clases son para guitarra y para conjunto, lo cual no es habitual.

"Que gente que no se conoce, en menos de una semana monten un repertorio y lo defiendan delante de un público" 

Primero tienen clases teóricas, desde el Renacimiento hasta la actualidad, para luego ponerlas en práctica… Se trata de "que tengan la oportunidad de aprender cosas diferentes a las de un conservatorio", como apunta Jacinto Sánchez, director del curso.

"Talleres de música antigua, de improvisación, de folklore de Extremadura..."

Y a través de esa semana de convivencia, y de los conciertos cada noche de grandes maestros internacionales, que "se motiven para seguir en el mundo de la música, que es tan difícil y tan duro".

Son alumnos de toda España, que quieren mejorar su técnica y convertirse en grandes profesionales.

"He venido desde Madrid al campus porque me llamaban mucho la atención los profesores, los conciertos..."

Aquí les ayudan a "sacar a relucir su personalidad" y a interpretar la partitura "desde sus emociones". Después, frente al público, muestran todo lo aprendido.