Las investigaciones tras la fuga el pasado día 14 de febrero de un preso extremeño, el 'narco' Ángel B.M, del Centro Penitenciario de Villanubla (Valladolid) continúan su curso, en este caso centradas en la posible implicación de otros reclusos, en concreto de tres que tenían que comparecer este miércoles en la Comandancia de la Guardia Civil en Valladolid.

Los tres ahora exreclusos, C.B.B, A.R.D. y D.B.I, actualmente en libertad y vinculados con distintos robos con fuerza, se encontraban también en las instalaciones del penal vallisoletano el día de la fuga 'de película' del integrante del clan familiar de tráfico de drogas 'Los Hilarios' originario de Plasencia, y por ello están siendo investigados por el Instituto Armado en calidad de cooperadores necesarios en la huida.

De los tres emplazados a declarar en la Comandancia, en el Paseo de San Isidro, tan solo los dos primeros han comparecido este miércoles y han estado acompañados de asistencia letrada. Ambos se han acogido a su derecho de no declarar, tras lo cual han quedado nuevamente en libertad, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación.

El tercer investigado, D.B.I, tiene previsto comparecer este mismo jueves a primera hora de la mañana y seguirá el mismo protocolo que los anteriores, es decir, que no declarará tampoco y, lo más probable, que sea puesto igualmente en libertad.

A raíz de lo ocurrido, el que hasta entonces había sido director del centro durante dos décadas, Carlos Blanco, fue cesado y el Ministerio del Interior abrió las pesquisas correspondientes a través de Instituciones Penitenciarias, que en su informe apunta que la fuga se debió a un "fallo multiorgánico de todos los estamentos de la cárcel".

Y es que el día de autos el recluso consiguió abandonar las instalaciones carcelarias dentro del petate de otro recluso, sin ser registrado o cacheado, aprovechando el momento de la hora de visitas y mientras tres compañeros suyos eran puestos en libertad, sin que se efectuaran los recuentos extraordinarios correspondientes que se realizan a lo largo del día cada vez que entra o sale un recluso del penal.

Desde entonces, se desconoce el paradero del preso fugado, quien llevaba un año en la cárcel vallisoletana tras recalar en ella procedente del penal de Cáceres, donde había cumplido siete años, sin descartarse que pueda encontrarse fuera de España desde hace ya meses.