El sonido del almirez, las cántaras de agua o la presentación del “ajual” son escenas cotidianas del hogar que han inspirado letras, ritmos y coreografías del folclore extremeño. Lo descubrimos de la mano de Isabel y de Toñi en esta casa tradicional de Alcuéscar

El abuelo de José Diego compró esta casa y construyó en el patio la panadería. Desde entonces más de una docena de familiares han trabajado en ella. Con un horario tan duro, en las mesillas no puede faltar un buen despertador.

Ha vivido en más de una decena de países y sin embargo, el cantautor extremeño Nando Juglar solo tiene un hogar, esta casa de Jerez de los Caballeros. Aquí desarrolla sus dos grandes pasiones, la música y el deporte.

Una casa de un cantautor, de un panadero, otra muy folclórica y otra con una fachada singular son los espacios que veremos hoy en Esta es mi casa. En la primera, nos vamos hasta Jerez de los Caballeros para ver el hogar del cantautor Nando Juglar, su lugar para componer, el de sus recuerdos y de su descanso. En mitad del campo se encuentra esta casa, entre guitarras y partituras, fotos de sus actuaciones con Victor Manuel, Serrat, etc… en su giras por Hispanoamérica. Después, en Villafranca de los Barros, en un área de enormes dimensiones encontramos la vivienda familiar de una familia de panaderos. Un patio separa la casa del obrador de pan y dulces. ¿Cómo es la casa de un panadero? ¿Qué horarios tienen?, ¿cómo se organizan? Lo veremos en el programa. Y en Alcuéscar visitamos la casa de Isabel, una construcción tradicional en la que identificamos los elementos que forman parte del folclore y las tradiciones. Por último, en Valdefuentes, Nani y su marido construyeron la casa de sus sueños. Una casa grande y cómoda, de una sola planta y en cuya fachada encontramos, como no puede ser de otra manera estando en Valdefuentes, la técnica del esgrafiado.

Con Ana Carretero y Ramón Gato.

Fran y Juan practican todo tipo de deportes pero sin duda del que más disfrutan es del esquí naútico, ya que el embalse de la Serena, que tienen junto a Esparragosa, les permite jugar con todo tipo de vehículos acuáticos. Tanto ellos como sus amigos disponen de motos, barcas, quads, etc.. con los que hacen las delicias en cuanto llega el buen tiempo y el verano. Les parece un entorno privilegiado tanto por el agua como por sus vistas.

Maria José llamó “Los Cántaros” a su casa rural en honor a un poema canción del cantautor Pablo Guerrero, natural de la localidad. Su idea era que los visitantes conocieran una casa típica de Esparragosa, por eso ha mantenido los pesebres y otros elementos arquitectónicos típicos de la vivienda. Como alternativa a la estancia ofrece al visitante rutas senderistas por el entorno del pueblo.

A Gabriel su abuelo le transmitió el amor por los animales y las aves. En el puesto de caza de su abuelo comenzó a hacer fotografías a los pájaros y así decidió montarse un chiringuito propio al lado de un lago hace más de ocho años. Le contó su hobby a su amigo Víctor y ambos decidieron montar un escondite fotográfico más profesional; después de cuatro años ya tienen doce y son alquilados por amantes de la fotografía que llegan hasta desde el extranjero.

Esta noche el recibimiento en Esparragosa de Lares viene pasado por agua y no por la lluvia, sino porque practicaremos sky acuático de la mano de Fran y Juan en pleno embalse de la Serena. Nos adentraremos en las calles y casas del pueblo para descubrir la historia de Alejandro y la Panadería “”. Conoceremos a Manolo quien nos presentará a su propia Virgen de la Cueva. Nos colaremos en pleno ensayo de Fátima Risco y su espectáculo “Desde el alma”. Con Gabri iremos hasta uno de sus escondites fotográficos para aves, donde descubriremos su historia como “bichólogo”, como nos dice él. Visitaremos la Casa Rural “A Cántaros” desde donde María José nos invitará a una maravillosa ruta senderista hasta la Ermita de la famosa Virgen de la Cueva. Viajaremos hasta Galizuela, pedanía de Esparragosa de Lares, donde conoceremos la faceta más artística de Lola. Todo esto sin olvidarnos de disfrutar de una buena comida gracias a Adrián, que con tan sólo 27 años ya tiene su propio restaurante y, por supuesto, estaremos con la mejor compañía, la Asociación de mujeres de Esparragosa de Lares.