Vuelve una nueva edición de Flamenco en la Plaza Alta, grandes artistas extremeños actuarán los viernes a las 20.30 en los dos escenarios habilitados para la ocasión. Uno de ellos es la Plaza Alta y el otro espacio es la Iglesia de Santa Catalina, la entrada es gratuita hasta completar aforo. Estamos con Manuel Pajares, que es una de las voces más importantes de la región, acompañado por el gran guitarrista Juan Vargas y nos deleitan con sus pruebas de sonido.

Torre de Don Miguel este sábado vivirá su tradicional ‘capazo’, una fiesta donde cobran especial protagonismo las pequeñas bodegas del pueblo. Estamos en la bodega de Sara que nos explica cuáles son los productos típicos de esta fiesta. Han hecho vasos especiales para la ocasión. Se trata de una fiesta ancestral que tiene también el objetivo de dinamizar la economía de Sierra de Gata. Y con un detalle muy especial este año, dejan el plástico atrás y vuelven a usar los materiales que se usaban antiguamente.

Los cereceros miran con recelo las lluvias que están cayendo en estos días puesto que una granizada en estos días sería terrible para la producción de este cultivo. El padre Francisco, sacerdote de la zona, será el encargado de echar su bendición a estos cerezos, para asegurarnos que tenga una buena producción y que Dios les proteja de los granizos que puedan caer este fin de semana.

Fuensanta Blanco con tan solo 26 años ha actuado en Francia, Japón, Portugal... tiene el mundo a a sus pies y nosotros viéndola bailar. Disfruten.

El 14 abril de 1946, aconteció un hecho extraño que muchas personas catalogan de milagroso. El Cristo no contaba aún con un retablo propio, estaba sobre una mesa a un metro del suelo y, cuando los niños Florentino Moreno y Martín Espinosa se acercaron a rezarle, vieron como en la cara del Cristo se deslizaban unas lágrimas que caían sobre el entarimado. Asustados, avisaron al sacerdote y al mayordomo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno que también observaron el fenómeno. Cuando se corrió la voz, acudieron todos los vecinos del pueblo, y en días sucesivos los vecinos de los pueblos de alrededores.

La bailaora emeritense Fuensanta Blanco empezó desde muy chica a bailar, tanto es así que siendo muy pequeña se subió a un tablao flamenco y alguien entre el público, la vio y la animó a cursar el conservatorio de danza de Córdoba. Y con tan solo 11 años se fue a cursar el conservatorio y sus padres decidieron cambiar su vida por el sueño de su hija mudándose con ella. Portugal, Francia, Japón… hasta allí ha llegado su baile y hoy la tenemos aquí para conocerla un poquito mejor.