El jueves 14 de diciembre de 2006, Ahmet Munir Ertegun, uno de los hombres del disco más grande que jamás haya vivido, murió a la edad de ochenta y tres años.
Con José Manuel Corrales.
El jueves 14 de diciembre de 2006, Ahmet Munir Ertegun, uno de los hombres del disco más grande que jamás haya vivido, murió a la edad de ochenta y tres años.
Con José Manuel Corrales.
Especial Mayétuica de Robe. Paradise Key y Fonal.
Con Lorenzo Gonzalez y Óscar Trigoso.
Divulgación y entretenimiento sobre el teatro realizando un recorrido histórico y vivencial por obras, estilos, personajes y por quienes lo realizan.
Con Raquel Bazo y Javier Llanos.
Además de los besos y abrazos, sabemos que es importante sentirse escuchado, y para eso está el medio público de la región.
En este programa vamos a conocer el hipérico, sus beneficios, usos y propiedades de la mano de Yolanda Ribero. Algo a tener en cuenta sobre nuestra actitud y pensamientos son las creencias limitantes, sabremos cuáles son con Elena Marub y para cerrar el programa, Beatriz Perea nos hablará de las actitudes mindfulness.
Radio Terapia, conocimiento para el fomento de la salud física, mental, emocional y ambiental.
Repasamos el legado de artistas que permanecen en la senda de la memoria y que forman parte de la vida de todos.
Con Enrique Falcó.
Su interpretación improvisada sobre un banco del Thunderstruck de AC/DC con la bandera extremeña de fondo al paso de los participantes en la etapa del sábado de La Vuelta se viralizó en redes y ha convertido a este vecino de Cañamero, amante del rock en una de las imágenes de la prueba ciclista en su tránsito por Extremadura.
Cerramos la trilogía dedicada al abandono del medio rural en las antípodas regionales de la Sierra de Gata: en la comarca de Tentudía. El topónimo refiere en origen al milagro de la Virgen de 1248 que permitió la reconquista del término; ese mismo nombre se le dio al monte donde se produjeron supuestamente los hechos, que es la montaña más alta de la provincia de Badajoz, así como al monasterio que la corona, a la mancomunidad de municipios que se expande a su sombra y finalmente al embalse que les proporciona ese bien tan preciado como escaso en estas latitudes como es el agua. Nos lo cuenta, Felipe Lorenzana, profesor y Doctor en Historia Moderna
La Mancomunidad Turística de Tentudía se creó en 1976 (BOE de 23 de julio) y fue la primera agrupación comarcal surgida en la región. Pero su principal objetivo no fue atraer turistas, que entonces huían despavoridos hacia las playas, sino lograr un pantano que les abasteciese de agua. Y es que el agua, su ausencia más bien, ha sido durante siglos el problema principal de esta comarca, que tiene en Fuente de Cantos y en Monesterio sus núcleos más poblados. Ninguna otra cosa como la búsqueda y canalización de acuíferos ha ocupado tanto tiempo ni ha consumido tantos recursos. Un informe de los sindicatos franquistas de 1959 reconocía que aquí se padecía una “sed de siglos”.
El pantano se logró gracias al patrocinio de la Diputación y fue inaugurado en 1987. Sus aguas llegaron a Fuente de Cantos al año siguiente, y fueron recibidas por el presidente de la Junta, Rodríguez Ibarra, quien agradeció en su discurso “la paciencia de los fuentecanteños demostrada en la larga espera del agua”. En efecto, siglos de paciencia.
Con la presa de Tentudía se puso fin a las necesidades de abastecimiento de diez municipios. Otra cosa es que hubiera agua suficiente para sostener una hipotética actividad industrial y agraria: ni la hubo ni la hay. Y dentro de poco quizá tampoco la haya para lo más indispensable.
Resulta que el 'pantanino' se encuentra por debajo de un tercio de su capacidad; hombre, los embalses de la cuenca del Guadiana, y en general los extremeños, no están mucho mejor, pero en la región hay capacidad para 14.219 hectómetros cúbicos, es decir, que cada extremeño dispone por término medio de 13.439.521 litros como máximo, mientras que nuestra presa solo tiene 5 hectómetros cúbicos para 20.444 habitantes, o sea, 244.570 litros para cada uno. En resumen, que nos quedan cuatro gotas, con el agravante de que aquí, como ha quedado dicho, el agua se quiere básicamente para beber.
Esta situación de alarma ya se ha producido otras veces, pero hasta ahora las lluvias providenciales nos han salvado a última hora. En breve, los gerifaltes de la mancomunidad nos pedirán que ahorremos agua y culparán del problema al derroche, a la afluencia de visitantes en verano y al cambio climático, pero nadie nos explicará por qué no han arbitrado remedios a tiempo, por qué la Confederación del Guadiana mira siempre hacia otro lado, qué ha pasado con el trasvase previsto desde hace veinte años, que ha pasado con el proyecto de un nuevo embalse en el Ardila…
¿Volveremos a los cortes de agua, a almacenarla en bidones, a correr tras los camiones cisterna? ¿Está dispuesta la población a exigir de una vez soluciones a nuestros ineficaces regidores, o seguiremos durmiendo la modorra de siglos, la misma que nos condena a la sed y al subdesarrollo?
Los depósitos de extinción de incendios forestales se construyen con el fin de mejorar el acceso de los medios a dicho recurso, permitiendo reducir los tiempos de desplazamiento y carga. El objetivo principal es que los helicópteros y autobombas tengan lugares para recargar sus depósitos y la distancia al lugar del incendio desde las zonas de provisión de agua sean lo más cortos posible, ganando así en eficacia. Estos puntos de agua pueden ser específicos para la extinción de fuegos o de uso múltiple
El viejo sueño de extraer agua del desierto está cada vez más cerca. La empresa española Aquaer fabrica generadores capaz de obtener agua de la atmósfera con temperaturas de hasta 50º C e índices de humedad de menos del 10%. El principio físico es similar al que se usa en humidificadores y ya está operativo en países como Namibia o en un campo de refugiados en Líbano. Juan Carlos Acosta y David López Rey nos persentan a los artífices de este invento