Un homenaje a su abuela, al flamenco y a Extremadura. ¿Qué más se puede pedir? Conocemos a Manuel, frutero y cantaor de Barcarrota, que lleva en su nombre artístico parte de sus raíces: "mi abuela se llamaba María de la Rosa" y aunque él ha perdido el apellido sigue conservándolo de esta forma como pequeño homenaje a ella. Como el que nos dedica con este fandango con una letra muy especial. 

No todos los pueblos pueden presumir de contar con un conquistador entre las páginas de su historia, y además mantener vivas sus hazañas hasta nuestros tiempos. En Barcarrota llevan haciéndolo desde 1962, cuando se hermanaron con la ciudad de Bradenton (Florida) para rememorar su desembarco en América. Todo un acontecimiento que año tras año toma protagonismo en este pueblo al suroeste de Badajoz. 

Vestuario de época, desfile, música... Viajamos en el tiempo con la Asociación de Amigos de Bradenton. 

Con tan solo 8 años Sofía ya tiene las ideas muy claras: "En el telediario veo que hay muchas personas que hacen daño a otras, por eso quiero ser policía en el pueblo". Esta pequeña barcarroteña nos abre las puertas de la casa de su abuela Rosario, que nos recibe entre fogones. Además nos acompaña a visitar a uno de los vecinos más longevos de Barcarrota, Pedro "Vinagre", que a sus 93 años es uno de los mejores amigos de Sofía. 

La pequeña Sofía, de solo ocho años nos recibe y nos presenta a su amigo Pepe Vinagre, de 93, una peculiar amistad barcarroteña. Otro Pepe, Balsera, también nos hace de guía, en este caso a lomos de su Renault 4, una reliquia “con arranque electrónico”. Visitaremos El Edén, el particular paraíso de Antonio y Mari Ángeles, y la asociación Amigos de Bradenton nos contará cómo el conquistador Hernando de Soto ha hermanado este pueblo extremeño con Estados Unidos. Prepárense para disfrutar de una buena dosis de flamenco a cargo de “El niño de la rosa”, y por supuesto de un lote de risas en este episodio de Puerta con Puerta. 

Aunque cueste creerlo, hay zonas en las que familias enteras quedan aisladas cuando llueve. Sucede en Cáceres y es mucha la gente la que no pierde contacto con el resto del mundo.