El volcán El Gasco está rodeado de mitos y leyendas. Tres han sido las diferentes teorías que intentaban explicar su formación. La teoría que a día de hoy está más aceptada es la de fortificaciones de la Edad de Bronce y de la Edad del Hierro que fueron calcinadas. 

Por lo que ni sus rocas son de origen volcánico, ni su origen se debe al impacto de un meteorito ya que para ello debería haber un mineral concreto del que no hay rastro. SIn embargo, sí hay indicios de cierta actividad volcánica en la zona sur de la región. 

Los de Baños de Montemayor fueron los primeros chozos que se hicieron en Extremadura para gestión turística pero no les falta detalle. Tanto que es así que algunos de ellos cuentan con jacuzzi. Unos atractivos que se complementan con las preciosas vistas al Valle de Ambroz y una granja de animales que hace las delicias de los más pequeños.

Ni tienes que irte al sur para disfrutar de un buen baño ni al levante para saborear la mejor de las paellas. Las huestes romanas encontraron en Proserpina un lugar perfecto para relajarse y disfrutar. Los extremeños de hoy no somos menos y no sólo encontramos acomodo en sus aguas, también en los chiringuitos y restaurantes que rodean La Charca

Teniendo en cuenta que muchos pueblos de Extremadura no contaron con agua potable hasta bien entrado el siglo XX, resulta cuando menos sorprendente el complejo entramado hidraulico de la ciudad romana de Emérita Augusta en el que confluían desde instrumentos de abastecimiento, uso o evacuación, a un ingenioso sistema de conducciones o la distinción entre uso privado y público del agua. 

En 1898 su fundador, Félix Morato, inició este proyecto empresarial con el objetivo de extraer del porcino la máxima calidad. Y lo consiguió. Hoy con idéntica filosofía sus herederos exportan los productos desde los Santos de Maimona a países como Alemania, Francia o Portugal