Tomás es de Aliseda, lleva jubilado 3 años y desde siempre le han encantado las bicis. Ahora se dedica a coleccionar algunas que él mismo tunea a su gusto, para él son como sus hijas ya que no tiene criaturas. La peculiaridad es que su pareja no sabe montar en bicicleta, y a él le encantaría enseñarle y que pudiera pasear con él. Va muchísimo en bici por el campo, y le encanta dar paseos, sobre todo, pararse a saludar a la gente del pueblo y poder hablar con ellos. 

Adentrarse en estas calles de Hervás es como si nos metiéramos en mitad de una selva llena de flores. Juani y Puri son dos vecinas del barrio Judío que gracias a su labor han convertido una de las calles en un punto de interés para turistas y curiosos. Más de 60 macetas llenan sus fachadas, lo que ha contagiado al resto de vecinos para decorar muchos más lugares. Las calles de Hervás siempre esconden bellos tesoros y con vecinas como ellas, auténticas joyas.

Antonio ‘Palillo’, zahorí calamonteño, ha tenido una bonita iniciativa. A veces, pensamos que lo viejo ya no es útil. Él ha restaurado un tractor que tiene 44 años de antigüedad. Este tractor pertenecía al socio nº1 del CD Calamonte, ya fallecido, y él como gran aficionado al equipo de su pueblo y amante del campo, decidió comprarlo. El tractor necesitaba una gran restauración, desde pintura, ruedas, discos de frenos, etc. Y gracias a Antonio, ahora mismo, ese tractor vuelve a funcionar. Lo compró en plena pandemia. Ahora lo usa para acarrear leña para su campo y así poder calentarse en el invierno. 

Tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres dedicándose a este oficio... Cinco generaciones de “Gonzalos” se han dedicado a ser cabreros en esta localidad cacereña. La leche de sus cabras es esencial para la elaboración de un producto que ha estrenado recientemente nueva Denominación de Origen Protegida. Gonzalo nos enseña cómo se extrae la leche de sus cabras a través de una maquinaria que lo permite hacer a la vez a unos 20 o 30 animales por operador y hora.

Pablo y Luci son un matrimonio vinculado a la fiesta de San Antonio Abad de esta pedanía pacense de Herrera del Duque, que acaba de ser declarada Bien de Interés Cultural. Pablo ha sido danzante desde los 17 hasta los 65 años y Luci, su mujer, lleva toda la vida vistiendo a danzantes, de hecho, reconoce que es la mujer que más danzantes ha llegado a vestir a lo largo de su vida ya que cada año lo hace con dos o tres personas.

Natural de Mérida, esta joven cantante y autora se ha formado en la Escuela de música ‘La Octava’ y cuenta con un amplio registro musical, desde Pop y Rock, hasta Baladas o R & B, aunque asegura que “me siento cómoda con los boleros, con canciones lentitas con letras que llegan. También me gusta mucho el pop, pero la mayoría de mis canciones son baladas”. Desde pequeña ha contado con el apoyo total de su familia, “a pesar de que algunas personas eran un poco escépticas, ella siempre ha estado conmigo al 100%, sobre todo después de tanto trabajo. Haberme visto tocando y cantando en lugares como el Festival de la Canción y viendo mi potencial los que tenían alguna duda o estaban más reticentes ahora están completamente convencidos de que es mi camino”. Y eso que sus inquietudes casi la hacen optar por otra profesión. “Al principio, estaba segurísima de que iba a estudiar arte dramático, pero la vida tiene caminos súper interesantes”.