Ramón y Manolo Aparicio fueron miembros de la expedición extremeña que en 1986 llegó al Himalaya para escalar el LHOTSE, una de las 14 montañas de más de ocho mil metros. Una aventura que recordaremos hoy en nuestro programa. Fueron diez montañeros que necesitaron cuatro mil kilos de material, cien porteadores, tres mil metros de cordaje y nueve millones de las antiguas pesetas. Al final hubo un accidente y no pudieron culminar la subida llegando hasta los 7.500 metros. Estuvieron dos meses y medio, era una pared vertical de 2000 metros y luego el resto de la subida se hacía andando.El principal problema era la altitud y la falta de oxígeno, a 7000 metros el oxígeno falta y te cansas mucho más. Para Manolo aunque fue muy duro fue la mayor experiencia de su vida. Una sensación que no sabe explicar  y es que para él, el Himalaya es uno de los lugares del mundo más impresionantes. Ramón recuerda que el Lhotse le impresionó mucho, era una montaña gigantesca, recuerda un día que fue a equipar un tramo de la pared vertical y le dió un mareo cerca de los 7000 metros colgado en la pared, lo pasó mal, respiró profundamente durante una rato hasta que afortunadamente se le pasó.

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Con Noelia López Boluda.