Concebida hace más de 150 años como casa de verano, esta vivienda modernista se levanta sobre una gran roca de granito. Arcos de piedra, techos de madera de castaño y muebles de mimbre, el mejor reflejo de la arquitectura tradicional del Valle del Ambroz

Este caserón de Guareña es un reflejo de la opulencia de la alta sociedad extremeña en los tiempos de Chamizo. La nobleza de los materiales y del mobiliario dan buena cuenta del estatus de las familias burguesas de aquella época

En el Paseo Chico de Olivenza se encuentra esta casa extremeña de cimientos portugueses: mármol de Borba, chimeneas alentejanas, zócalos de color añil y hasta un reloj de sol. Bem-vindos a casa da Cati!

A Maribel le costó “una pasta” rehabilitar la balconada de esta casa de Casas del Castañar para devolverle su esplendor original. El trabajo de rehabilitación en su interior también fue quirúrgico para poder mantener a la perfección todas sus imperfecciones

En Canal Extremadura te seguimos brindando la oportunidad de conocer casas muy singulares que se han construido en nuestra región. La geografía, la actividad económica y la cultura influyen en la forma de construir las viviendas. En este capítulo recorremos Extremadura en busca de su arquitectura más tradicional: Vivienda serrana en Casas del Castañar, rayana en Olivenza, señorial en Baños de Montemayor, solariega en Guareña y de labradores en Cabeza la Vaca.

“Nos dejamos una pasta en restaurar los balcones” confiesa Maribel cuando habla de su vivienda en Casas del Castañar. Su interior ha sido rehabilitado manteniendo perfectamente todas sus imperfecciones. Por su parte, la casa de Cati, en Olivenza, esconde siglos de historia rayana. Sus cimientos son portugueses y sobre ellos han construido un hogar que sus hijos y sus nietos visitan “obrigados”.¿Cómo era la vida cotidiana en una casa solariega de más de 1000 m2? Viajamos al pasado con Maria Eugenia en Guareña para conocer los entresijos de la vida burguesa en los tiempos de Chamizo. Los antepasados de la familia que vive en Baños de Montemayor buscaron en esta casa un lugar fresco para combatir el calor del verano… y se pasaron tres pueblos. Y para terminar Antonio nos enseña la casa de su abuelo, una casa humilde en Cabeza la Vaca, con baldosas pintadas y suelos empedrados. En ella el tiempo se detuvo hace muchos, muchos años.

Con Ana Carretero y Ramón Gato.

La hospitalidad de Tiétar es tan grande que Conchi nos ha invitado al cumpleaños de su marido Antonio. Conchi quiere compartir con nosotros el bizcocho que ha hecho con sus propias manos para la fiesta familiar que celebraran con sus hijos y nietos. Para comer, al fuego, tiene unas judías blancas.

María del Mar y su marido Juan reconocen su pasión por todas sus cabras. Las cuidan con tanto mimo que a las recién nacidas las tienen en una zona a la que llaman la guardería. Aquí, ahora mismo, hay unas doscientas pero la ganadería completa supera los 600 ejemplares.

Emilia es un claro ejemplo del amable recibimiento que hemos tenido en este municipio de tan reciente historia. La familia de Emilia procedía de Talaverilla que como otros pueblos fue cubierto por la aguas del embalse de Valdecañas. Hoy se siente más de Tiétar que del pueblo donde nació.

Con la espectacular falda de la Sierra de Gredos como invitada especial, llegamos a Tiétar. Una localidad cacereña que nos da la bienvenida con una de sus señas de identidad: el cultivo de tabaco. Pero además de adentrarnos en la evolución de este laborioso oficio, conocemos otras facetas de sus vecinos. Como la de Marimar, quesera y ganadera con más de 600 cabras. Y haciendo honor a nuestro nombre, descubrimos la historia de dos hermanas que viven “Puerta con Puerta”, para después irnos a una de las porterías más emblemáticas del fútbol popular, la del Club Deportivo Atlético Tiétar, donde padre e hijo comparten titularidad. Pero las tradiciones tampoco faltan, y nosotros revivimos con Chelo y sus amigas una de las más festivas y divertidas de Tiétar, su reconocido carnaval.