Iker, el pequeño de las rondeñas con 14 años

Con solo 2 años, Iker ya bailaba, contagiado por la pasión familiar por el folclore. De su abuelo aprendió coplas de La Mancha, Toledo y Extremadura, que memorizaba con devoción antes de pasar a la siguiente. Aunque es muy joven, ya canta, baila y toca varios instrumentos de oído, desde la pandereta hasta el trombón. En La Vera, su segunda casa, lo conocen todos: canta con El Madroñal y sueña con unirse algún día a Saltagavias. En esta actuación interpretará una rondeña verata, acompañado por Miguel Camacho al laúd y Ainhoa en los coros.