Extremadura cuenta con 4,16 millones de hectáreas, el cual el 83% de su territorio, son cotos de caza. Con más de 80.000 licencias de caza en la región, es la cuarta autonomía con más superficie forestal para ser aprovechada cinegéticamente, generando un potencial económico de 4 millones de euros anuales.
La caza en las dehesas es gestionada con esmero. Comienza con el trabajo de las guarderías, que controlan la población de animales y determinan cuántos pueden albergar las fincas en función del sustento alimenticio disponible. Luego, se establecen los planes cinegéticos de cada coto, que determinan qué especies se pueden abatir, cuántas unidades se pueden cazar y cómo y cuántos cazadores participarán en las acciones cinegéticas.