La zona de La Serena es una de las pocas áreas de España donde las langostas viven todo el año. Se trata de animales necesarios para que las aves de la zona se alimenten, el problema es que durante las épocas de calor su número prolifera y se convierten en un problema para ganaderos, agricultores e incluso de seguridad vial. Una cuestión que se reproduce de forma cíclica desde hace más de treinta años como se muestra en un mapa del Ministerio de Transición Ecológica