Las previsiones de la campaña de cereal para este año eran optimistas en un principio, pero la última ola de calor y la prolongada sequía, junto con el incremento en los costes de producción, han llevado al sector a una complicada situación. La falta de lluvias ha hecho que se pierda mucha producción, entre un 30 y un 80%, dependiendo de la zona de cultivo, lo que podría generar pérdidas cercanas a los 200 millones de euros.
Esta situación se ha dejado notar especialmente en la comarca pacense de la Campiña Sur, en la que hay 50.000 hectáreas destinadas al cereal y en donde muchos agricultores han visto perdida toda o casi toda su cosecha, lo que supondrá un duro golpe económico para la zona.