El Miralvalle aún digiere la derrota del equipo en la final por el ascenso ante Sevilla. El amargor del último partido queda todavía en el paladar de una temporada en la que el club ha hecho historia al lograr clasificarse por primera vez al partido por el ascenso, pero la victoria cayó del lado andaluz y, a día de hoy, aunque nada emborrona lo hecho, todavía no sanan las heridas del último encuentro.
Daniel Carreras, Pakillo, sí se muestra orgullo y satisfecho por lo hecho por su equipo tanto durante toda la temporada como en el choque final. El equipo, asegura, lo dio todo y poco más se podía haber hecho ante un poderoso Baloncesto Sevilla que supo aprovechar el día extra el conseguir la clasificación el viernes. Lo notó a nivel físico, pudo reservar jugadoras claves, y a nivel táctico, pudiendo preparar mejor el partido ante un rival al que conocían bien.
La cercanía de esa final por el ascenso obliga a Miralvalle a darse un tiempo antes de pensar de lleno en el futuro. Lo bueno es que el equipo sabe que volverá y que el trabajo va dando sus frutos aunque el ansiado ascenso tendrá que esperar.
