Los olivares extremeños son de los más competitivos del mundo gracias a la convivencia del tradicional y de montaña junto a los que se plantan en seto, con riego de apoyo, y que aumentan la productividad. Ayuda también su mecanización, el manejo y el seguimiento que se hace de distintas variedades de aceitunas. El resultado es que Extremadura está sacando los mejores aceites de su historia; y el consumidor y el mercado, lo valoran.
A la pregunta de si un AOVE originario de un olivar en seto es igual de bueno que un AOVE de un olivar tradicional, el investigador del CTAEX, Alfonso Montaño, piensa que así puede ser. Cada uno aporta propiedades particulares, yes legítimo que las comunique sus almazaras productoras. En la actualidad, en nuestra región hay una gran gama de aceites, más tempranos o producidos con olivas más tardías que satisfacen cualquier paladar.
