El Mérida logró un valioso, aunque agridulce, empate a dos en su visita al Racing de Ferrol, en un partido que se desató en unos últimos minutos de auténtica locura. El encuentro comenzó cuesta arriba para los romanos con el 1-0 de Álvaro Peña, que transformó un penalti muy discutido por el conjunto emeritense. "Nunca deberíamos haber encajado el penalti, porque no es penalti, no hay ni empujón", aseguraba Fran Beltrán en la rueda de prensa posterior al encuentro.
La locura, al final
El guion cambió por completo en la recta final. En el minuto 89, un remate de Artola terminó en gol tras ser desviado por un defensa local, poniendo el 1-1. Apenas cinco minutos después, un cabezazo de Álvaro García culminaba la remontada emeritense y hacía soñar al equipo de Fran Beltrán con los tres puntos.
Pero cuando el triunfo parecía asegurado, en la última jugada del partido, en el minuto 102, Mardones firmó el 2-2 definitivo, dejando al Mérida con una sensación amarga pese al esfuerzo realizado. En rueda de prensa, el técnico, que se lamentaba de las decisiones arbitrales de los últimos encuentros, pero también se mostraba “orgullosísimo de mis jugadores. Hemos jugado contra un equipo fortísimo, con un presupuesto tremendo, y hemos sido clarísimamente mejores que ellos hasta el 1-0".
Con este resultado, el equipo emeritense se mantiene séptimo, con 21 puntos.
