La preocupación crece en Albuquerque, una localidad de unos 5.000 habitantes en la provincia de Badajoz, donde ya se han registrado diez robos en apenas medio año. El último de ellos ocurrió anoche, cuando un vecino alertó al ver cómo accedían a una vivienda del municipio.
"La gente tiene miedo"
La inquietud entre los vecinos es palpable. Muchos temen que su casa sea la próxima: “Claro que la gente tiene miedo, cómo no lo va a tener. Si entran en su casa de cualquier manera y a cualquier hora”, comenta un vecino. “Si me viene alguien, levanto las manos y me voy”, añade una vecina, resignada.
Desde el Ayuntamiento de Albuquerque reconocen que la plantilla de la Policía Local fue desmantelada hace tiempo, y ahora solo cuentan con un agente operativo. “Se desmanteló el cuerpo de la policía local. Hubo momentos en los que no había ningún agente. Ahora tenemos uno”, según ha explicado el alcalde, Manuel Gutiérrez.
Vigilancia privada como solución provisional
Ante la falta de efectivos y la creciente alarma social, el consistorio ha optado por reforzar la vigilancia con seguridad privada. “Tenemos un cuerpo de alguaciles privados que patrullan las calles”, ha confirmado el alcalde. La situación ha generado tanta inquietud que algunos residentes se plantean crear patrullas vecinales voluntarias para disuadir posibles delitos y proteger sus hogares.
