Ya sabemos que los mayores de nuestros pueblos son unos expertos en tirar de creatividad para combatir problemas como la soledad, pero en Valdivia nos hemos encontrado con una actividad bastante llamativa. Y es que durante unas horas, se convierten en los protagonistas de un divertido concurso en el que los aciertos y los fallos se mezclan con risas.

Acercar el judo a los vecinos de todos los pueblos de la comarca. Ese es el objetivo de Manu Durán, un judoka de Badajoz que lleva más de 12 años transmitiendo todo lo que sabe sobre este deporte a pequeños y mayores de los municipios de Baldíos-Lácara. Todo comenzó en Villar del Rey, el pueblo de sus familiares y hasta allí nos hemos ido para conocer su historia.

José Luis, un herrero de profesión que cada día, al volver a casa, se convierte en artesano para dar rienda suelta a su imaginación y realizar todo tipo de obras de arte con cualquier cosa. Unas creaciones que regala a sus vecinos de la pequeña localidad de Valdebótoa.

Nuestro protagonista es ganadero, se llama Julio, y se crió en el campo. Ahora es uno de los que todavía mantienen una raza muy nuestra, la vaca berrenda en negro, y está tremendamente orgulloso de seguir con la tradición de su familia.

Termina un curso más de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz y lo hace de nuevo con números importantes de festejos, triunfos y alumnos.

Un año donde la escuela y sus alumnos han vuelto a destacar en las principales plazas y certámenes celebrados y donde la evolución de las futuras figuras sigue con paso firme. Sus responsables, los maestros de la escuela, nos detallan un año muy especial.

 

 

Con la temporada del 2025 acabada y disfrutando del fin de curso de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz, los novilleros más destacados de la misma han acabado con un aprobado alto.

Certámenes ganados, triunfos en las plazas importantes, de nuevo un importante número de alumnos han refrendado el nivel de nuestra escuela taurina.

 

 

 

El final de curso de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz, daba visibilidad a una parte muy importante de la temporada. Son las familias, los padres de los alumnos, de los futuros toreros.

Durante el año llevan a las clases a sus hijos, los esperan a la salida, hace cientos de kilómetros para llevarlos a las plazas, están pendientes de sus trastos, su ropa de torear, sus ilusiones, inquietudes y miedos. 

Una parte principal y necesaria en los toreros del mañana, ellos también merecen su homenaje.