El hombre de 80 años que ayer resultaba herido de gravedad mientras ayudaba a sofocar el incendio forestal en Alía permanece ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Cáceres, a donde fue trasladado de urgencia.
Así lo ha indicado a Extremadura Noticias la alcaldesa de la localidad, Cristina Ramírez, quien precisa que su situación es de "muerte cerebral" pero insiste en que "el corazón sigue aguantando".
"Desde el primer momento supimos que no había solución, pero hasta que Dios quiera", indica Ramírez.
Este hombre fue uno más de los vecinos que se acercaron hasta sus propiedades, para protegerlas de la llamas, debido a la cercanía del fuego. Tuvo la mala suerte de que la descarga de agua de una de las aeronaves le cayera encima, y la fuerza el agua le tumbara. Tras atendido por la UVI móvil, fue evacuado en helicóptero al Hospital Universitario de Cáceres.
El pueblo está consternado por lo ocurrido, según Ramírez: "Suspendimos todos los festejos, porque es algo que nos ha conmocionado a todos".
La alcaldesa sospecha que el fuego ha sido intencionado, puesto que "extraña un poco que dos minutos antes habían pasado por ese lugar personas y no había nada, y luego a la vuelta ya estaba el incendio bastante fuerte y avanzado, y fue cosas de veinte minutos".
La Junta de Extremadura anunciaba al final de la tarde de este sábado, por boca del consejero de Gestión Forestal, Ignacio Higuero, que el incendio se encontraba ya estabilizado, y esta mañana informa en una nota de prensa de que lo dan ya por controlado.
Un fuego que obligó primero a declarar el Nivel 1 de peligrosidad del Plan INFOEX, y poco después a activar también la Situación Operativa 1 del Plan INFOCAEX, de Protección Civil, por el peligro para personas y bienes no forestales.
Varias parcelas de los alrededores de Alía han quedado calcinadas, y los vecinos afirman que algunos de sus animales han perecido. Además algunas tuberías han resultado quemadas, pero afortunadamente el pueblo conserva el suministro de agua.
