Alicia Senovilla llega a Extremadura para presentar el concurso más divertido del canal autonómico. Más música, más diversión y, sobre todo, un mayor compromiso con la divulgación y la promoción de las formas de vivir, las curiosidades, la cultura, las aficiones y las tradiciones de las extremeñas y los extremeños. Un concurso de contenido cercano y ameno para jugar desde casa y con un bote que está por encima de los 30.000 euros. Juega en familia de lunes a viernes, a las 21:30.

Con Alicia Senovilla.

Esta semana nuestros pasos nos llevan a Cabañas del Castillo, en una ruta que terminará, como no podía ser de otra manera, en su castillo. Recorreremos las calles del pueblo y Alejandro Calero tendrá que sortear una auténtica gymkana natural para poder disfrutar de unas vistas espectaculares desde el castillo. Nuestro segundo destino es Monterrubio de la Serena. Este pueblo, en plena comarca de La Serena, nos recibe con sus calles tranquilas, su gente amable y ese paisaje de olivos que lo rodea por todas partes. Pero no vamos a descubrirlo solos. Hoy serán los propios vecinos quienes nos acompañen en una ruta muy especial. Ellos, que conocen cada rincón y cada historia, nos contarán esas curiosidades y anécdotas que solo los del lugar saben. Y claro, estando aquí no podíamos irnos sin hacer una parada obligada: el Museo del Aceite.

Los chotos de Alberto y Jorge tienen que pasar por la manga para intentar acabar con las molestas moscas. En Don Benito, visitamos el gallinero de José en un momento crucial para sus gallinas: la época de muda de plumas. Y Guille nos enseña todo lo necesario para elaborar un insecticida ecológico casero que mantenga la huerta libre de insectos y plagas.

Navalmoral de la Mata se tiñe de rosa en una jornada llena de emoción y esperanza. Cientos de personas participan en la marcha solidaria contra el cáncer, un evento que une a toda la localidad bajo un mismo mensaje: la importancia de no rendirse. Familias, asociaciones y colectivos recorren las calles para visibilizar la lucha, apoyar a los pacientes y recordar a quienes ya no están. Entre aplausos, pañuelos rosas y sonrisas, Navalmoral demuestra que la unión y la empatía son las mejores armas frente a la enfermedad. Una movilización por la vida, por la fuerza y por la esperanza.