Una oferta de empleo hizo que Antonio David Jiménez cambiara su población natal en la provincia de Jaén por la capital cacereña para desarrollarse profesionalmente como mediador comunicativo. Un cambio de vida que le ha hecho ganar autonomía y crecer como persona.

El pádel y el cine son dos de las grandes pasiones de este joven con hipoacusia, pero denuncia algunas barreras comunicativas que todavía se encuentra en los ámbitos de la cultura y del deporte y que, a su juicio, impiden la plena inclusión social de las personas sordas. Para él, la solución a este problema pasaría por la extensión al conjunto de la sociedad del conocimiento y uso de la lengua de signos.

En el año 2000 las asociaciones de personas sordas de Cáceres y Mérida unieron sus fuerzas para dar lugar al nacimiento de la federación regional Fexas. Pocos años después, impulsaron la creación de la asociación pacense Aspesoba, extendiendo así sus servicios a las tres principales ciudades extremeñas.  

Con la perspectiva histórica de un cuarto de siglo de existencia, analizamos junto al presidente de Fexas, José Manuel Cercas, los grandes hitos alcanzados por este movimiento asociativo y las metas que se marca para el futuro. 

 

El pasado 27 de septiembre se celebró el Día Internacional de las Personas Sordas y para conocer las inquietudes, reivindicaciones y la identidad cultural de este colectivo le hemos pedido ayuda a la persona que lidera la Asociación de Personas Sordas de Mérida.

Tomando como ejemplo su proyecto de vida, Manuela Venegas nos enseña que las barreras están para derribarlas y que con los ajustes necesarios cualquier persona puede llegar tan lejos como se proponga.

 

Protagonistas, competiciones, aficiones y objetivos los siete días de la semana.

Sobre ruedas, pero no de cualquier manera, lo hacemos en bicicleta, y por este maravilloso entorno en mitad de La Vera. Y es que hemos estado en el campamento que se celebra cada año en Jaraíz, que se ha convertido en una semana de convivencia entre amantes del ciclismo de toda España.

Qué bonito es poder compartir nuestra pasión con los que nos rodean, y todavía es mejor si además eso ayuda a los demás. Eso es lo que está consiguiendo Lucía, una artista de Montijo que ha abierto una escuela para que cualquier vecino del pueblo pueda iniciarse y disfrutar de la pintura.