‘Grana y Oro’ es el nombre de este bar tan taurino en el centro de Coria. Su dueño, Carlos, lleva más de 15 años regentándolo y es toda una insignia en la ciudad. Todo está decorado con temática taurina y la fiesta se vive de manera muy especial, sobre todo a la hora de comer, justo después de los encierros toda la gente se acerca allí a comer. En este espacio, nos va a acompañar Patricia, la abanderada de las fiestas para contarnos también como vive ella estos momentos previos tan especiales. Y no solo eso, sino que van a estar dos personas mayores de unos 80 años que han vivido toda la vida en la ciudad y que son una auténtica referencia.

Se trata de la Bubble Experience, dormir literalmente en una burbuja y tener todo el cielo de Extremadura y la naturaleza de la Sierra de San Pedro a tu alcance en unas habitaciones panorámicas, para disfrutar de una experiencia única y diferente. Estas burbujas están en la Finca El Cortinal, en mitad de 200 hectáreas de campo extremeño, rodeada sobre todo de alcornoques pero también de olivos y encinas. Se encuentra dentro de las reserva de la biosfera Tajo Internacional y a tan solo tres kilómetros de Valencia de Alcántara.

Félix Álvarez se ha convertido en uno de los colaboradores de ‘Dos de Tarde’ y hoy nos va a enseñar qué labor de labranza tan particular se realiza en estas fechas en los viñedos en los meses previos a la recolección de uva. Se conoce como ‘roar’ y consiste en pasar el rodo por todas y cada una de las calles de la explotación. Esta labor tiene numerosos beneficios para los viñedos de cara a los meses veraniegos como tapar las grietas provocadas por la sequía, acabar con la maleza de segunda generación y ayudar a conservar la humedad. Este trabajo requiere una gran destreza por parte del tractorista ya que este apero puede llegar a cortar de raíz a las viñas en cualquier descuido. Además, los numerosos giros de volante a alta velocidad hacen que sea aún más complicado, ya que hay que saber manejar embrague, freno y acelerador de forma simultánea.

Gonzalo tiene un mix de vacas: avileña, charolesa, berrenda, limusina… y cada tarde todas se reúnen en su lugar favorito: en la laguna de Alverío, en Acehúche. Una pequeña charca en mitad de la dehesa extremeña, que para las vacas de Gonzalo son un oasis donde pueden refrescarse cada día en las horas de más calor.

Estas tres personas son sinónimos del fútbol que se vive con más pasión. Alfredo Plá se adentra en el mundo del fútbol desde muy pequeño. Sus inicios se dieron en la categoría de juveniles del Imperio. Jugó dos años en el Mérida. Después de hacer la mili, estuvo varios años en el Cacereño y en el Montijo. En su época del Mérida y el Cacereño jugaba de manera profesional y podía mantenerse económicamente con esta actividad. Paco Ortega también jugaba desde pequeño con sus hermanos en el campo con un balón desinflado. No le gustaba estudiar y decidió dedicarse profesionalmente a este deporte. Inició su andadura futbolística en el Badajoz. Estuvo en otros equipos como el Mérida y el Cacereño. Después, pasó 11 años en el Jerez y se retiró a los 37 años. Por último, José Antonio Vázquez jugó en el antiguo Jerez hasta que a los 28 años sufrió una lesión de rodillas y tuvo que retirarse del fútbol, pero no se desvinculó del todo. Inició su carrera como entrenador.

Erika Leiva descubrió el cante en casa porque su padre era también un aficionado a él, sobre todo en el ámbito de las celebraciones, en reuniones con amigos y familiares. En su casa se escuchaba mucho flamenco y mucha copla; su madre era una verdadera apasionada del género. Respecto al baile, su hermana mayor fue su gran referente: “quería ser como ella”. En las clases de baile, su maestro también era un aficionado a la copla, así que, al terminar las clases de baile, le ponía a las alumnas a las grandes del momento: Marifé de Triana, la Pantoja, Juana Reina, Rocío Jurado… Entre sus aficiones, le gusta el deporte, la lectura, la moda, es bastante devota del camino del Rocío, y está muy implicada en sus redes sociales para estar en contacto con sus seguidores. Tiene como deseos, cruzar el charco con su música. Le gustaría cantar en el Teatro Real de Madrid. Le gusta viajar, tanto con su música como por placer.