Un nuevo espacio que ofrece una mirada distinta, curiosa y entretenida de nuestra tierra.

Con Sara Bravo y César Muñoz.

Enrique empezó con 18 años a ir al gimnasio. Él era un chico muy delgado, y su primer objetivo fué coger unos kilos. En tan sólo un verano cogió 10 kilos de masa muscular. Hace tres años decidió dar el primer paso y presentarse a una competición, a la edad de 26 años. Ese fué el campeonato regional en Navalvillar de Pela, en plena pandemia, con gimnasios cerrados, mascarilla y sin nada de público, consiguiendo la medalla de bronce. Al siguiente año consiguió ser Plata Regional en el campeonato de Extremadura, fué cuarto puesto en un open nacional, y otro cuarto en el Open de Morón de la Frontera. En 2022 ha conseguido un cuarto premio en una competición a nivel nacional y otra plata regional, llegando a ser top 5 en el Open Extremeño.

Marta es una pastora muy reciente. Su padre tiene animales desde hace muchos años, en una pequeña granja cerca del pueblo. Llegaron a tener 150 ovejas, aunque ahora les quedan unas 50 cabezas de ganado entre cabras y ovejas. Además hay gallinas, conejos, y cultivo de maíz. Desde que su padre Juan Manuel enfermó, Marta empezó a cuidar del ganado compaginándolo con su trabajo de logística en una empresa de transportes. Pero a Marta le ha salido un buen acompañante, Mario, un vecino del pueblo de sólo 10 años al que le encantan los animales.

Novelda del Guadiana es un pueblo de colonización creado en 1956, año en el que llegaron sus primeros habitantes. La incorporación de las familias se hizo poco a poco desde el mes de septiembre del 56 hasta finales del 58. Llegaron de diferentes puntos de Badajoz como Monesterio, Cabeza del Buey, Esparragosa de Lares, Valverde de Llerena, Campanario, Alconchel, Palomas, Barcarrota y otros del resto del país como Málaga, Valencia o Sevilla. Juan Bautista Beltrá, el ingeniero que diseñó la localidad y parte del llamado “Plan Badajoz”, procedía de la ciudad alicantina de Novelda, y durante la construcción, pidió permiso y le autorizaron a utilizar el nombre de su ciudad de origen y llamarlo así Novelda del Guadiana.

A 18 kilómetros de Badajoz nos encontramos con Novelda del Guadiana, uno de los pueblos de colonización de las vegas bajas del Guadiana, donde nos reciben siete mujeres, todas ellas hijas de colonas y cada una con un pueblo de origen diferente, que quieren recordar y homenajear a sus madres. Recorriendo el pueblo en bicicleta nos encontramos a Juan “Breva”, un artesano que hace sillas con cuerdas, que nos presenta a Avelino y su mujer Aurora, dos octogenarios muy simpáticos que nos bailan un pasodoble. Ya en el campo conocemos a Marta, sus ovejas y su ayudante Mario, que con once años de edad es un enamorado de los animales: tiene una pequeña borrega, casi treinta gallinas y todo tipo de pájaros en su casa. Pero para curiosidades las que nos encontramos en la casa de “El Calao”, un guardia civil jubilado que tiene todo un museo de antigüedades. Finalmente, las mujeres rurales nos reciben en la caseta municipal para enseñar a los más jóvenes a hacer roscas, un dulce típico que comparten todos los vecinos de este pueblo, a pesar de su distinta procedencia, y terminamos a ritmo de merengue gracias de nuevo a Juan y a su grupo de baile de los 80.