El deporte extremeño analizado cada semana con el equipo de periodistas deportivos de Canal Extremadura en una charla con amigos.

Con Antonio Morillo y David Briz.

El equipo de Cazadores de Lances, se desplaza a la finca Baldío grande, en el termino de Carbajo, donde gestor y cazador tendrán un reto difícil para conseguir un venado muy esquivo. Y terminamos hablando del conejo de monte en Extremadura, donde investigadores, gestores y cazadores, nos dirán como está, que se hace por él y el control de su caza.

El conejo es una pieza clave en los ecosistemas mediterráneos al ser la base de la cadena trófica de más de 30 especies, entre ellas amenazadas por el lince ibérico, el águila imperial, el águila perdicera o el buitre negro. Además, el conejo es fundamental desde el punto de vista socio-económico por ser la principal pieza de caza menor.

Desde hace años conservacionistas, científicos, agricultores y cazadores alertamos de la desequilibrada situación en la que se encuentra el conejo y de la urgencia de poner soluciones a sus graves problemas. 

Los ciervos machos adultos presentan a finales de verano su máximo esplendor. Están fuertes y sus cuernas, que han estado creciendo desde la primavera, presentan su tamaño definitivo y el color marrón característico, comienzan a marcar su territorio y empiezan las luchas entre los ciervos más fuertes. Las ciervas por su parte están preparadas para concebir.

Cuando llegan las primeras lluvias después de la época estival, comienza a cambiar el tiempo y los días se hacen más cortos, comienzan a escucharse los primeros berridos en las dehesas y en los claros de los bosques. Finalmente, tras días de luchas agotadoras, los machos vencedores son los que atraerán a un mayor número de hembras que formarán parte de su harén y comienza el proceso de apareamiento.

Raimundo tiene 85 años. Empezó a cazar a los 16 años, pero cuando se jubiló descubrió el mundo de la fotografía. La naturaleza y fundamentalmente los animales le cautivaron. Raimundo asegura que siente mucho más placer con la cámara de fotos que con la escopeta.

Se llama Feli, pero todo el mundo la conoce como Tía Feli. Tiene 89 años y una vitalidad a prueba de cualquier fiesta. Junto a sus amigas forma parte de la comparsa Las Invencibles, que todos los años participa en los carnavales con disfraces que ellas mismas se confeccionan.

Luismi también es conocido como “Autóctono Ibérico”, un seudónimo que utiliza en las redes sociales y que le han llevado a tener más de mil quinientos seguidores. Luismi asegura que el campo extremeño no es el tercer mundo y que los jóvenes tienen que potenciar el mundo rural.