El dinero y las soluciones a la plantilla no han llegado y, como anunciaron los futbolistas este viernes a través de AFE, el Extremadura no jugará su duelo de Riazor ante el Deportivo de la Coruña. Este sábado el administrador concursal del club, Bernardo Silva, ha atendido la llamada de Canal Extremadura para aclarar la situación actual que vive la entidad. "La situación es insostenible, no discutimos el derecho de los trabajadores a hacer huelga pero seguimos trabajando y hasta que el enfermo no esté muerto, que nos den la oportunidad de mantenerlo vivo", sentencia desde Francia donde se encuentra este fin de semana.
Bernardo Silva quiso explicar cómo se encuentra la vía de trabajo y negociación del empresario almendralejense Javier González, que a esta hora es la principal esperanza que manejan desde el club para la llegada de capital que les permita salvar la situación. "Introducir inyecciones económicas de este calado en clubes de esta naturaleza ni es sencillo ni se hace en dos días. Le ha transmitido a AFE y a la plantilla es que no le ha dado tiempo en estos diez días a cerrar los flecos con los inversores con los que está en contacto y que necesita más tiempo", explica.
En la entrevista, Silva quiso hablar claro también sobre el grupo Khalifa Capital: "Nosotros nos planteamos ejercer acciones contra Khalifa y que por lo menos se indemnice al Extremadura y los daños y perjuicios que ha supuesto. Khalifa fue quien fijó los plazos y finalmente el dinero no entra. Siempre confiamos en que Khalifa iba a entrar porque ya tuvimos una primera aportación de Khalifa para poder pagar sueldos al comienzo del Concurso. No creo que sea una estafa, pero si no llega el dinero el Extremadura será una víctima más de un incumplimiento de contrato".
Por último, Bernardo Silva quiso mandar un mensaje reivindicativo y de optimismo a la afición: "Para mí hubiera sido más sencillo haber liquidado y cerrado el club al mes siguiente del Concurso, pero no estamos para eso. Si no creyéramos en que lo podemos conseguir no trabajaríamos en ello. Si hay que morir en la orilla, moriremos en la orilla, pero que nos dejen trabajar hasta que el enfermo no esté muerto".