Producen calabazas tanto para congelados de verdura, al vacío en dados como para la morcilla de calabaza. En la región nadie se dedicaba a la calabaza industrial y el padre de los actuales propietarios de esta empresa fue quien decidió apostar por este nicho de negocio. Él las pelaba a mano para posteriormente vendérselas a las industrias cárnicas y vio que no era rentable trabajar así.
A día de hoy llevan un control exhaustivo desde la semilla hasta la madurez de la calabaza para ofrecer la mayor calidad posible y no todo se queda aquí. Ellos mismos han diseñado incluso sus propias maquinas adaptadas a sus necesidades. Gracias a esto hoy son capaces de pelar las calabazas en segundos y dependiendo de su uso final se trocearán con la guillotina y/o se prensarán para quitarle el agua y ligue bien con la carne de embutido.
La última novedad ha sido la introducción de distintas variedades para que su trabajo no sea tan estacional. De la Calabaza Blanca Valenciana se extrae una pulpa muy dulce que se comercializa como ingrediente para repostería y además han introducido la cidra, con lo que se hace el cabello de ángel. Gracias a esto los contratos de sus trabajadores pueden ser de mayor duración.