La obsesión con la muerte de Carlos V
Lunes, 30 Junio 2025
La obsesión de Carlos V con la muerte fue un tema recurrente en sus últimos años. Se sabe que, antes de fallecer tras retirarse al Monasterio de Yuste en 1558, él mismo ensayó su propio funeral, llegando a meterse en el ataúd en diversas ocasiones para simular el acto fúnebre. Vinculado a ello, encargó a Tiziano la obra La Gloria para que fuera su última contemplación y que representa la visión del emperador de su fallecimiento y su anhelo de salvación. La pintura muestra a Carlos V arrodillado, rodeado de su familia, figuras bíblicas y personajes de la época esperando el juicio divino ante la Trinidad.