31 Enero 2023, 20:23
Actualizado 31 Enero 2023, 21:21

En julio de 2022 presenciamos la puesta en libertad de Orel, un ejemplar joven de águila imperial. Un momento emocionante, después de saber que se había recuperado de 50 impactos de perdigones, un ala rota y la pérdida de un ojo. Todo ello, posible por la intervención de AMUS.

Gracias a un emisor GPS, pudieron saber dónde había estado, por Extremadura, Castilla-La Mancha e incluso por la vecina Portugal. Y por ese GPS hemos sabido también su triste final. 

"Jamás podíamos sospechar que este animal, tras ser disparado con pocos meses, tendría otro gran problema, la electrocución"

Extremadura atesora especies que han desaparecido en el resto de Europa, pero la falta de seguridad en el territorio las pone en peligro. No solo el Águila Imperial, también el Milano Real o el Águila perdicera.

"Orel es un ejemplo claro de una realidad que nadie quiere ver y menos las compañías eléctricas que se lavan las manos"

Nuestro país goza de una buena normativa ambiental, según AMUS, pero la indefensión ante amenazas concretas como los tendidos eléctricos, venenos o disparos dificulta la vida en libertad de las aves. 

Lo que ha sucedido, según AMUS, es la antesala de una crisis ambiental sin precedentes por los modelos productivos de nuestra sociedad. 
 

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