Agosto es, por tradición, el mes de vacaciones para los juristas, pero la COVID-19 ha venido también a cambiar eso. De forma habitual, es un mes inhábil judicialmente ya que no corren los plazos procesales ni hay señalamientos. Pero este año, del 11 al 31 de agosto serán hábiles para evitar el colapso en los tribunales por la crisis del coronavirus.
Así, abogados y procuradores extremeños intentan aprovechar estos diez primeros días del mes para descansar. Aseguran que, aunque prácticamente no hay señalamientos de vistas ni juicios, a partir del día 11 habrá que estar pendientes de los plazos. "Aunque no sea presencial, tendremos que estar con la oficina a cuestas", apunta Miguel Cristo.
Seguirán los retrasos
Sin embargo, entiende Cristo, esta no será la solución para los retrasos acumulados durante el parón ocasionado por el confinamiento dado que, además de que no se están señalando juicios, también hay muchos funcionarios de vacaciones.
En la misma línea, Fernando Cumbres, cree que se trata de una medida de cara a la galería "que no solucionará la acumulación en los juzgados, en ocasiones de años, y sí menoscaba el derecho al descanso de abogados y procuradores".
Más estrés
Teresa Tinoco, abogada de familia, apunta que, en su caso, nunca se ha tomado el mes entero de vacaciones, porque también en agosto hay conflictos familiares que atender. Pero este año, dice, se va a acumular más tensión que no cree que se traduzca en agilizar plazos. "Pero con la que está cayendo en otros sectores, no me voy a quejar", añade.
Plazos de los tienen que estar aún más pendientes los procuradores que, además, sí tienen fijados señalamientos presenciales para este mes de agosto. Y es que, debido a los protocolos establecidos por la crisis sanitaria, los juzgados les dan citas, por ejemplo, para apoderamientos.
Así lo explica Santos Gómez que apunta, además, que esos plazos procesales, de lunes a viernes durante el resto del año, no les permitirán descansar hasta el próximo agosto.
